Las costas en los procedimientos de familia son muy diferentes a otros procedimientos.
Como norma general, el artículo 394 de la Ley de Enjuiciamiento Civil establece que “en los procesos declarativos, las costas de la primera instancia se impondrán a la parte que haya visto rechazadas todas sus pretensiones”. Con la excepción de “que el tribunal aprecie, y así lo razone, que el caso presentaba serias dudas de hecho o de derecho”.
Hay otras excepciones y particularidades recogidas en el mismo artículo, pero nos quedaremos con el concepto general. Es decir, “quien pierde el pleito paga los gastos”. Ahora bien, ¿qué ocurre en los procedimientos de familia?
Las costas en los procedimientos de familia no son tan fáciles de discernir porque en la gran mayoría de ocasiones no gana ni pierde nadie. A mi entender, si me permitís, salvo que se alcance un acuerdo, las dos partes pierden porque no es lo habitual que la Sentencia dé la razón en todo a ninguna de las partes.
Por eso en los procedimientos de familia es criterio mayoritario que no se impongan las costas procesales a la parte vencida. Precisamente por la naturaleza del proceso, con tanta subjetividad o tensión en las relaciones familiares, aspectos que afectan a menores, etc.
Ahora bien, y ahora vamos con una de las excepciones. Si el Juzgado aprecia mala fe o temeridad impondrá las costas a quien haya actuado de este modo porque la Ley de Enjuiciamiento Civil no recoge ninguna excepción.
En pocas ocasiones he recibido una condena en costas a mi favor en un procedimiento de familia, pero recuerdo uno en que la adversa dilató el procedimiento solicitando justicia gratuita. Cuando no se la concedieron, y después de muchos meses, no contrató Abogado particular.
Si a todo esto le sumamos que lo que reclamábamos estaba expresamente recogido en el Convenio… ¡blanco y en botella! ¡Condena en costas!
La ausencia de condena en costas en los procedimientos de familia disuade o retrasa en muchas ocasiones emprender un procedimiento judicial. Pero no debemos olvidar que está en juego luchar por los derechos de uno mismo y los de su familia.
Si necesitas asesoramiento jurídico, no dudes en contactar conmigo.
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